Próstata inflamada o agrandada: causas y síntomas

La próstata es una glándula masculina del tamaño de una nuez que produce parte del líquido que transporta los espermatozoides durante la eyaculación. Esta glándula rodea la uretra, es decir, el conducto por el que la orina sale del cuerpo.

La hiperplasia prostática benigna (HPB) es el término utilizado para describir el agrandamiento o inflamación de la próstata y se produce en casi todos los hombres con el pasar de los años.

¿Qué es la próstata inflamada?

La próstata inflamada, hiperplasia prostática benigna (HPB), prostatitis o hipertrofia prostática benigna, es cuando esta glándula del sistema reproductor masculino se inflama.

La próstata se puede agrandar a medida que los hombres envejecen, se presenta comúnmente entre los 45 y 74 años de edad y puede comprimir la uretra, ya que la rodea, justo en la parte que desemboca en la vejiga, causando incontinencia urinaria.

Tipos de inflamación prostática

  • Prostatitis bacteriana aguda, suele aparecer de manera repentina.
  • Prostatitis bacteriana crónica, este tipo es de aparición recurrente y dura por mucho tiempo.
  • Prostatitis crónica, es el tipo más común.
  • Prostatitis inflamatoria asintomática, se detecta en algún examen de rutina sin síntomas previos.

Causas de la próstata inflamada

Los factores ligados a los cambios en las células de los testículos y el aumento o la disminución de los niveles de testosterona, pueden intervenir en el crecimiento de la glándula prostática.

Además, el cáncer de próstata o de vejiga también pueden influir en el agrandamiento de esta glándula.

Algunos datos que se relacionan con la causa de la próstata inflamada son:

  • La probabilidad de presentar agrandamiento de la próstata aumenta con la edad.
  • La HPB es tan común que se ha dicho que todos los hombres tendrán agrandamiento de próstata si llegan a una edad avanzada.
  • Más del 90% de los hombres mayores de 80 años tiene esta afección.

Síntomas de la próstata inflamada

Los síntomas de la próstata inflamada o hiperplasia prostática benigna, pueden incluir:

Factores de riesgo

  • El envejecimiento. A partir de los 40, la probabilidad de tener una próstata inflamada y pasar por los síntomas mencionados anteriormente, aumentan.
  • Enfermedades hereditarias. La probabilidad de tener problemas de próstata, si tienes antecedentes familiares, es mayor.
  • Diabetes y afecciones cardíacas. Según los estudios, la diabetes puede aumentar el riesgo de hiperplasia prostática benigna y enfermedades cardíacas.
  • El estilo de vida. La obesidad aumenta la probabilidad de desarrollar hiperplasia prostática benigna: sin embargo, el ejercicio y la buena alimentación pueden reducir el riesgo.

¿Cómo se diagnostica la próstata inflamada?

Es importante que recurras a tu centro médico, para que un experto te dé un diagnóstico. Algunos de los factores que tendrá en cuenta son:

  • Estudio del flujo urinario: el médico hará que el paciente vacíe la vejiga en forma voluntaria y luego medirá el flujo de orina con un dispositivo especial.
  • Examen digital del recto (DRE): con esta técnica se puede detectar además el cáncer de próstata, al sentir bultos o protuberancias en la glándula.
  • Ultrasonido transrectal y biopsia de la próstata: se puede recomendar este examen cuando el médico quiere saber el tamaño exacto de tu próstata para planificar una cirugía de próstata por HPB.
  • Ultrasonido transabdominal: este examen mide el tamaño de la próstata y la cantidad de orina que queda en la vejiga luego de orinar.
  • Imágenes por resonancia magnética (RMN) de la próstata: proporciona imágenes de toda la próstata haciendo un contraste de los tejidos blandos.
  • La cistoscopia: el médico inserta un cistoscopio en la uretra para detectar problemas.

Tratamientos para la próstata inflamada

Dependiendo de los síntomas que presentes, el médico te podrá recomendar alguno de los siguientes tratamientos para la próstata inflamada:

Para síntomas leves aplica cambios en tu estilo de vida

  • Modera tu ingesta de líquidos.
  • Ejercita tu cuerpo constantemente.
  • Orina tan pronto sientas la necesidad.
  • Gestiona tus emociones, especialmente el estrés.
  • Evita el alcohol y la cafeína, estas pueden irritar tu vejiga.

Para síntomas más agudos

  • Medicamentos bloqueadores Alfa-1: ayudan a relajar los músculos del cuello de la vejiga y la próstata, facilitando la micción.
  • Inhibidores de la 5-alfa reductasa (finasterida y dutasterida): estos medicamentos reducen el tamaño de la próstata y mejoran el flujo urinario.
  • Antibióticos: en ocasiones, se utilizan para tratar la prostatitis crónica que puede acompañar a la HPB, mejorando algunos síntomas.

    Cirugía para síntomas severos

  • Resección transuretral de la próstata (RTUP): es el tratamiento quirúrgico más común, en el cual se extirpa parte de la próstata a través del pene.
  • Prostatectomía simple: se realiza a través de una incisión abdominal para extraer el interior de la glándula prostática, generalmente en casos de próstatas muy grandes.

También existen procedimientos menos invasivos que utilizan calor o láser para destruir tejido prostático, estas son opciones para aquellos con condiciones que aumentan el riesgo quirúrgico.

¿Se puede prevenir el agrandamiento de la próstata?

Existen algunas acciones que pueden ayudar a mitigar el riesgo de prostatitis, teniendo en cuenta que hay algunos factores de riesgo en esta afección que no se pueden prevenir. Sigue estos hábitos para cuidar tu salud prostática:

  • Cuida tu higiene íntima en la zona genital.
  • Controla el estreñimiento con una buena alimentación.
  • Cuida tu sexualidad y evita infecciones de transmisión sexual.
  • Después de los 40 años asiste a controles periódicos para revisar la salud de tu próstata.

Recuerda además, realizarte un examen anual para controlar el progreso de los síntomas y determinar si se necesitan cambios en el tratamiento.