Todo el mundo sabe que una dieta balanceada te hace ganar en salud y bienestar, pero ¿qué tiene que ver comer bien con la incontinencia urinaria? Acá te lo contamos.
Mantener una dieta balanceada y seguir un plan de alimentación son claves para cuidar nuestra salud y mantenernos con energía para estar activos. Los beneficios de comer sano son múltiples, pero aquí te contamos algunos de los más importantes:
Para cuidar tu cuerpo y seguir una alimentación balanceada, puedes incluir en tu dieta los siguientes grupos de alimentos que contienen carbohidratos, proteínas, grasa saludables, vitaminas y minerales:
Pescados, pollo, huevos, fríjoles y otras leguminosas que aportan proteínas. Otros alimentos que aportan proteínas son la leche semidescremada, el yogurt natural y los quesos bajos en grasa.
La ingesta diaria de al menos 400 gramos o cinco porciones de frutas y vegetales disminuye la probabilidad de padecer enfermedades no contagiosas.
La fibra se encuentra en alimentos como el arroz o pan integral, frutas y papas con cáscara. Esta te ayuda a prevenir el estreñimiento.
Procura ingerir alimentos ricos en grasas saludables como los del aguacate y los frutos secos. Evita las grasas saturadas y grasas trans. Disminuir el consumo total de grasa a menos del 30% de las calorías consumidas diariamente ayuda a evitar el incremento de peso no saludable.
Hacer un plan de nutrición: con esto hay posibilidad de hacer una lista previa de compras con todo lo necesario para una adecuada alimentación.
Actividad física regular: aunque sea algo liviano, contribuye a la estimulación del apetito.
Evitar algunos alimentos: como los picantes, los muy condimentados, los cítricos y bebidas alcohólicas, ya que irritan el Urotelio, (el epitelio que recubre todo el tracto urinario).
Evitar la sal y el azúcar en exceso: para prevenir la enfermedad coronaria y los accidentes cerebrovasculares, reduce la ingesta de sal a menos de 5 gramos diarios. Además, la disminución de al menos 5% de ingesta de azúcar, brinda ventajas extra para tu salud.
Junto con una alimentación sana, debemos seguir algunos hábitos y evitar algunos productos para garantizar nuestro bienestar y vitalidad, estos son algunos de ellos:
Recomendamos siempre consultar con tu médico antes de iniciar cualquier dieta, ya que es quien mejor te podrá indicar las pautas según tus síntomas, tus hábitos de vida y tu historial médico.