La incontinencia mixta es una condición que afecta a muchas personas en Centro América y el mundo entero. Aunque es más común en mujeres y adultos mayores, puede presentarse en cualquier etapa de la vida, pero, no te preocupes, solo debes informarte bien y consultar a tu médico para llevar un tratamiento adecuado y seguir viviendo con seguridad y confianza. En este artículo te explicaremos qué es, sus causas, síntomas además de otros datos de interés que te ayudarán en este proceso.
La incontinencia mixta se define como la combinación de dos tipos de incontinencia urinaria: la de esfuerzo y la de urgencia. Te explicamos un poco de cada una:
Es importante que sepas que existen soluciones y tratamientos, estos los mencionaremos más adelante.
La incontinencia mixta tiene múltiples causas que pueden variar según la persona. Entre las más comunes se encuentran:
Entre los síntomas más comunes de la incontinencia urinaria mixta se encuentra la pérdida involuntaria de orina al toser, reír o realizar esfuerzos físicos; la sensación de urgencia intensa para orinar, con o sin escape de orina; la micción frecuente durante el día o la noche y la sensación de vaciado incompleto de la vejiga.
Permanece atenta a cuál de estos síntomas presentas para contarle a tu médico en el momento de tu consulta.
Para darte un diagnóstico preciso de la enfermedad que estás presentando y así recomendarte un tratamiento personalizado, tu médico puede tener en cuenta lo siguiente:
Algunos factores que hacen que tu cuerpo pueda estar predispuesto a presentar incontinencia urinaria mixta son:
Con el paso de los años, los músculos del suelo pélvico y la vejiga pueden debilitarse, reduciendo su capacidad para controlar la micción. Además, los cambios hormonales y enfermedades asociadas al envejecimiento aumentan el riesgo a presentar incontinencia urinaria.
El peso del bebé durante el embarazo y el esfuerzo del parto pueden debilitar los músculos pélvicos, los nervios y el soporte de la vejiga, lo que facilita la aparición de incontinencia mixta.
El exceso de peso ejerce presión constante sobre la vejiga y el suelo pélvico, debilitándolos con el tiempo y aumentando el riesgo de escapes de orina, especialmente al realizar esfuerzos físicos.
Procedimientos como histerectomías o cirugías para tratar otros problemas pélvicos pueden alterar la estructura y funcionalidad del suelo pélvico, favoreciendo la incontinencia.
La diabetes y la esclerosis múltiple son afecciones que pueden influir en los nervios que controlan la vejiga y los músculos del suelo pélvico, dificultando la capacidad de mantener el control urinario.
El tratamiento ideal para tu incontinencia mixta dependerá de su causa y la gravedad de tus síntomas. Algunas de las opciones más comunes:
En casos graves o cuando los tratamientos no quirúrgicos no ofrecen alivio, se pueden recomendar procedimientos quirúrgicos, como las cintas suburetrales (slings), las cirugías reconstructivas y terapias neuronales.
Recuerda siempre llevar tu tratamiento para la incontinencia mixta de la mano de un médico. Consulta, en especial si los síntomas afectan tu calidad de vida, experimentas dolor o ardor al orinar, tienes infecciones urinarias recurrentes y sientes limitación en tus actividades diarias.
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