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Cómo fortalecer el suelo pélvico después del parto

El suelo pélvico es un conjunto de músculos, ligamentos y tejidos que sostiene órganos como la vejiga, el útero y el recto; es importante fortalecerlo para que estas partes de nuestro cuerpo se sostengan y para no causar afecciones de salud.

¿Por qué se debilita el suelo pélvico luego del parto?

Durante el embarazo, el aumento de peso, los cambios hormonales y la relajación muscular predisponen a su debilidad. El parto, sea vaginal o con intervención quirúrgica, puede causar distensión, desgarros o daños nerviosos que agravan la situación causando problemas de salud como la incontinencia urinaria, el prolapso, las disfunciones sexuales y el dolor lumbar.

¿Cuándo empezar con ejercicios para fortalecer el suelo pélvico luego del parto?

En parto vaginal sin puntos

Si no hubo episiotomía ni desgarro, podés comenzar con ejercicios suaves desde el primer o segundo día, siempre y cuando tengás una valoración inicial con un ginecólogo o fisioterapeuta.

En parto vaginal con puntos

Debés esperar al menos dos semanas para dejar que la herida cicatrice un poco. Un fisioterapeuta te indicará cuándo y cómo iniciar los ejercicios sin riesgos y sin dolor.

En partos por cesárea

En este caso, lo recomendable es esperar hasta pasado el puerperio (aproximadamente 6 semanas) o según evaluación médica, ya que la reapertura temprana de la herida puede afectar tu recuperación.

Ejercicios postparto para fortalecer el suelo pélvico

Estos ejercicios te ayudarán a que la debilidad del suelo pélvico disminuya o desaparezca, recuerda consultar con un entrenador físico o un fisioterapeuta, la técnica correcta de cada uno de ellos, para evitar lesiones.

Caminar

Caminar es el mejor primer paso. Comenzá con paseos cortos de 10–15 minutos y ve aumentando el tiempo cada semana. Caminá a tu ritmo, en un lugar plano, y evitá las pendientes al inicio. Este ejercicio te ayudará a mejorar la circulación, mover el cuerpo y activar los músculos.

Planchas

Las planchas fortalecen el abdomen y el suelo pélvico.

¿Cómo hacerlas?

  1. Apoyá los antebrazos y las rodillas en el suelo.
  2. Estirá las piernas si podés, manteniendo el cuerpo recto.
  3. Contraé el abdomen (como si quisieras llevar el ombligo hacia la columna).
  4. Mantené la postura 10–20 segundos al principio y ve incrementando hasta lograr sostener 1 minuto.

Zancadas

  1. Parate derecha, con los pies al ancho de las caderas.
  2. Da un paso largo hacia adelante con una pierna, le podés ayudar con la distancia de la baldosa o de un mate de yoga.
  3. Bajá lentamente hasta que ambas rodillas estén en ángulo de 90°.
  4. Volvé a la posición inicial y cambiá de pierna.

Empezá con 5 repeticiones por lado. Este ejercicio fortalece las piernas y mejora el equilibrio del tronco y ayudará a tu suelo pélvico.

Hipopresivos

Se basan en control respiratorio y postura, reducen la presión intraabdominal y activan la musculatura profunda.

Media sentadilla

Este ejercicio es perfecto para tonificar las piernas y activar el core, es muy sencillo de hacer, solo:

  1. Separá los pies al ancho de los hombros.
  2. Bajá como si quisieras sentarte en una silla imaginaria, sin que las rodillas pasen la punta de los pies y teniendo cuidado de no bajar más de la mitad.
  3. Volvé a subir lentamente.

Hacé 2 series de 10 repeticiones para empezar, apoyate en una pared al inicio y ve aumentando las series y las repeticiones progresivamente.

Gato y vaca

Este ejercicio es ideal para liberar tensiones en la espalda, relajarte y alinear la pelvis, para hacerlo solo debés:

  1. Apoyar tus manos y rodillas.
  2. Al inhalar, arqueá la espalda levantando la cabeza (como una vaca).
  3. Al exhalar, curvá la espalda hacia arriba y meté el mentón al pecho (como un gato enojado).

Repetí 10 veces con calma.

Ejercicios de Kegel

Son los más conocidos porque fortalecen directamente el músculo del suelo pélvico.

  1. Imaginá que querés detener el flujo de orina: ese es el músculo que tenés que contraer.
  2. Contraelo durante 5 segundos, luego relajá otros 5.
  3. Hacelo 10 veces seguidas, unas 3 veces al día.

Nota: No lo hagás mientras orinás, solo usá esa sensación para reconocer el músculo.

Ejercicios que debes evitar luego del parto

Después del parto es importante evitar ciertos ejercicios que pueden poner en riesgo tu recuperación, como saltos, correr o cualquier actividad de alto impacto durante los primeros tres meses, ya que aumentan la presión sobre el suelo pélvico. También es recomendable posponer los abdominales tradicionales, pues incrementan la presión intraabdominal; los entrenamientos con peso o resistencia intensa si no contás con supervisión profesional, así como cualquier rutina en la que no controles la respiración o la postura, ya que una técnica incorrecta puede causar molestias o lesiones y retrasar tu recuperación.