El Alzheimer es una enfermedad neurológica muy común entre
las personas mayores. Aunque las causas aún no se conocen por completo, conocer qué es el Alzheimer y los factores de riesgo pueden disminuir las posibilidades de padecerla. Conoce aquí todo lo que debes saber sobre este padecimiento.
¿Qué es el Alzheimer?
Tal como lo mencionamos, el Alzheimer es un padecimiento neurológico, donde la memoria y la capacidad cerebral disminuyen progresivamente, llegando a afectar la conducta y personalidad de quien lo padece.
Si bien el Alzheimer puede darse en los adultos mayores, este padecimiento no se relaciona directamente con la edad, sino que es el resultado de diferentes factores y cambios neuronales que pueden producirse a lo largo de la vida.
Factores de riesgo del Alzheimer
Ahora que sabes qué es el Alzheimer, conocer los factores de riesgo pueden ayudarte a entender más acerca de esta enfermedad.
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Edad: es el principal factor de
riesgo, la mayoría de las personas de más de 60 años y más de un tercio
de la población de más de 80 años presentan Alzheimer. Sin embargo, esto no se produce directamente por ello, sino por los cambios relacionados con la edad, como la disminución en la producción de proteínas y demás sustancias vitales para el funcionamiento cerebral.
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Antecedentes familiares: Hay dos
genes importantes, genes de riesgo y genes determinantes, el primero
indica una probabilidad de presentar la enfermedad y el segundo provoca
directamente que se desarrolle.
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Traumatismos craneales: Los
golpes en el cerebro, las fisuras craneales y los hematomas mal tratados
pueden incrementar el factor de riesgo de presentar esta enfermedad ya
que provocan pérdidas o muertes neuronales.
Qué es el alzheimer: Síntomas
Para entender qué es el Alzheimer, también es importante conocer los síntomas del mismo.
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La pérdida de la memoria es un síntoma clave de la enfermedad. Es común
que comience con la dificultad para recordar eventos o conversaciones
recientes.
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Los cambios cerebrales que se producen en la enfermedad de Alzheimer
pueden afectar el estado de ánimo y el comportamiento.
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Disminuirá la capacidad para llegar a decisiones y opiniones razonables
en situaciones cotidianas. Por ejemplo, la persona puede tomar malas
decisiones o tener actitudes impropias en interacciones sociales, o usar
ropa inadecuada para el clima.
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Las actividades que, en algún momento, fueron parte de la rutina y que
requerían el seguimiento de pasos secuenciales, como planear y elaborar
una comida o jugar un juego favorito, se transforman en una dificultad.
Con el tiempo, las personas con la enfermedad de Alzheimer avanzada
pueden olvidarse de cómo realizar tareas básicas, como vestirse y
bañarse.
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La enfermedad de Alzheimer también dificulta la concentración y el
pensamiento, en especial con conceptos abstractos tales como los
números.
Prevención del Alzheimer
Sabemos que lo que es bueno para el corazón, también lo es para el
cerebro. Por eso recomendamos:
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Control de los Factores de Riesgo Vascular:
Mantén dentro de los límites normales la glucemia, las cifras de
colesterol y la tensión arterial. Dos medidas tan sencillas como el
abandono del tabaco y realizar ejercicio físico de manera habitual,
supondrían un importante impacto en la prevención del Alzheimer.
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Nutrición: Evitar alimentos
ricos en grasas saturadas y ácidos grasos omega-6. Las principales
fuentes de ácidos grasos saturados son la mantequilla, las carnes
rojas, los embutidos, etc, y están directamente relacionadas con el
aumento de colesterol. Los omega-6 son beneficiosos en cantidades
adecuadas, pero muy perjudiciales en exceso. La adquisición de unos
hábitos de vida saludables constituyen un gran avance en la prevención
de esta enfermedad. Es fundamental establecer un programa dietético
adaptado a tus necesidades, mantener un peso saludable y tener hábitos
alimenticios correctos.
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Vida intelectual activa: Es
fundamental realizar actividades que estimulen la memoria, el
aprendizaje, el lenguaje, la atención, operaciones aritméticas, leer,
relacionarse con otras personas, juegos intelectuales, el manejo de
otros idiomas, etc.
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Realiza actividad física y
mantente socialmente activo, lo cual incluye realizar ejercicio
aeróbico o yoga.
Gracias a estas medidas se logrará el mantenimiento de las capacidades
cognitivas durante más tiempo, que la pérdida de la memoria sea más
lenta, y que se mantenga en un mejor estado general (tanto físico
como cognitivo), etc, con la consiguiente mejora en su calidad de vida y
en el estado de bienestar del propio mayor y de sus familiares.
Alzheimer e Incontinencia
Dentro de las consecuencias que se presentan por Alzheimer en una fase
avanzada, se encuentra el deterioro del sistema nervioso central
(controla el movimiento y los pulsos eléctricos del cerebro) y autónomo
(controla los esfínteres y la autonomía de control del cuerpo) por lo
cual una persona con Alzheimer pierde la capacidad de poder controlar
sus esfínteres, provocando así incontinencia urinaria.
Al dañarse el sistema nervioso central que manda las señales al sistema
nervioso autónomo, el paciente ya no es capaz de saber en qué momento
tendrá la necesidad de orinar, razón por la cual ocurrirá la descarga
involuntaria (Incontinencia por rebosamiento).
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