Incontinencia fecal

Dentro de los tipos de incontinencia, encontramos la incontinencia fecal, donde se presentan escape de heces en adultos. En este artículo conoceremos su definición médica, las causas, síntomas y algunos tratamientos que se pueden llevar con la guía de un profesional médico.

¿Qué es la incontinencia fecal?

La incontinencia fecal se refiere a la incapacidad de controlar la expulsión de heces sólidas, heces líquidas, o moco por el ano. Podría aparecer acompañada de estreñimiento o diarrea y usualmente sucede en adultos mayores y en niños.

En el proceso normal de evacuación intestinal, el recto, el ano, los músculos del suelo pélvico y el sistema nervioso deben colaborar de manera simultánea para regular las deposiciones.

La incontinencia fecal también se conoce como:

  • Incontinencia intestinal.
  • Fuga intestinal accidental.
  • Escape accidental de heces.
  • Encopresis, un término que se utiliza principalmente para la incontinencia fecal en los niños.

¿A qué se debe la incontinencia fecal?

Algunas de las causas principales de la incontinencia fecal son:

  1. Lesiones musculares
    El esfínter anal juega un papel fundamental en la contención de las heces. Algunas lesiones en este músculo pueden dificultar su función. Una causa común de daño es el parto, especialmente si hubo necesidad de una episiotomía o el uso de fórceps.
  2. Daño en los nervios
    Los nervios que controlan el esfínter anal y aquellos que perciben la presencia de las heces en el recto pueden afectarse por diferentes factores, lo que contribuye a la incontinencia fecal. El trabajo de parto, esfuerzo continuo al defecar, estreñimiento crónico, lesiones en la médula espinal, accidentes cerebrovasculares, diabetes y esclerosis múltiple pueden afectar estos nervios.
  3. Estreñimiento crónico
    El estreñimiento prolongado puede resultar en la formación de una masa de heces secas y duras que se alojan en el recto, lo que lleva a una condición llamada retención fecal. Esta situación no sólo debilita los músculos del recto, sino que también permite que las heces líquidas pasen alrededor de la masa retenida y se filtren. Con el tiempo, esto puede provocar daños en los nervios y agravar la incontinencia fecal.
  4. Diarrea
    Las heces sueltas producidas por la diarrea pueden ser más difíciles de controlar. Esto puede aumentar o agravar la incontinencia fecal.
  5. Hemorroides
    Las hemorroides son venas inflamadas en el recto que pueden impedir que el ano se cierre completamente, lo que facilita la filtración de las heces. Este es un factor adicional que puede influir en la incontinencia.

¿Cómo se diagnostica la incontinencia fecal?

Para llegar a un diagnóstico correcto su médico le solicitará realizarse varios exámenes, entre los más comunes se encuentran:

  • Examen rectal. Durante este procedimiento, el médico inserta un dedo lubricado y con guantes en el recto para evaluar la fuerza de los músculos anales y detectar cualquier anomalía que pudiera estar presente.
  • Análisis de sangre. Dependiendo de los síntomas, el médico puede ordenar un análisis de sangre para descartar otras condiciones de salud que podrían estar contribuyendo a la incontinencia fecal.
  • Cultivo de heces. Puede ser solicitado para determinar si hay alguna infección en el sistema digestivo. Se examina una pequeña muestra de material fecal en un laboratorio para identificar la presencia de bacterias, parásitos u otros agentes infecciosos.
  • Radiografía abdominal. En casos de estreñimiento severo, el médico podría utilizar una radiografía abdominal para verificar la presencia de un bolo fecal atorado en el intestino.
  • Ultrasonido endoanal. En este procedimiento se utiliza una pequeña sonda que se inserta en el ano y el recto para crear imágenes detalladas. Este examen permite identificar desgarros o daños en los músculos anales.
  • Colonoscopia. Es una prueba similar a la proctosigmoidoscopia, pero que permite examinar todo el colon y el recto. Con un colonoscopio, un instrumento delgado y flexible, el médico puede identificar áreas de inflamación, sangrado, úlceras, tumores o pólipos que puedan estar causando la incontinencia fecal.

¿Qué problemas puede causar la incontinencia fecal?

A muchas personas les causa vergüenza y molestia tener incontinencia fecal, por lo que suelen evitar las situaciones sociales por el miedo a que sus heces se escapen, esto los puede llevar a no disfrutar de su trabajo o de otras actividades.

Por otro lado, es importante que lleves un tratamiento oportuno para los síntomas de la incontinencia fecal para evitar erupciones cutáneas, infecciones y otras dificultades.

Factores de riesgo que provocan la incontinencia fecal

Algunas condiciones pueden aumentar el riesgo de que presentes incontinencia fecal. Por ejemplo, los adultos mayores de 65 años son más propensos a presentar escapes de heces fecales, lo cual indica que la edad es un factor de riesgo. El daño de los nervios, la demencia y la discapacidad física también son condiciones que pueden llevar a presentar los síntomas de la incontinencia fecal.

¿Quién es más propenso a tener incontinencia fecal?

Las personas que no tienen actividad física regular; a aquellas que le han extirpado la vesícula biliar debido a ciertas enfermedades, afecciones o problemas de salud crónicos o quienes fuman constantemente, tienen más probabilidades de presentar incontinencia fecal.

También, los niños nacidos con algunas anomalías congénitas en la médula espinal, el ano o el recto, tienen una mayor probabilidad de desarrollar incontinencia fecal.

Tratamientos para incontinencia fecal

El tratamiento de la incontinencia fecal depende de su causa. A continuación, te explicamos algunas de las opciones más comunes que tu médico podría recomendar para ayudarte a recuperar el control de tus esfínteres y mejorar tu calidad de vida.

  1. Modificaciones en la dieta
    Un primer paso en el tratamiento de la incontinencia fecal es realizar cambios en la dieta. Estos cambios pueden incluir aumentar la ingesta de fibra para regular el tránsito intestinal o evitar ciertos alimentos que empeoran los síntomas
  2. Reentrenamiento intestinal y ejercicios de suelo pélvico
    El reentrenamiento intestinal es una técnica que ayuda a regular las evacuaciones a través de ejercicios y una rutina específica para el baño. Además, los ejercicios de Kegel son clave para mejorar el control sobre los músculos de esta área.
  3. Estimulación del nervio sacro
    En casos más severos, la estimulación del nervio sacro puede ser una opción. Este procedimiento implica la implantación de un pequeño aparato dentro del cuerpo que estimula los nervios responsables del control del esfínter anal, ayudando a prevenir la incontinencia.
  4. Cirugía
    Cuando otras terapias no son suficientes, la cirugía puede ser una opción viable. Las intervenciones quirúrgicas pueden incluir:
    • Reparar el daño en los músculos del piso pélvico y el esfínter anal, restableciendo el control muscular.
    • Corregir el prolapso rectal o eliminar un rectocele, que es una condición en la que el recto se desliza hacia la vagina en las mujeres.
    • Reparar malformaciones anorrectales, una condición que puede estar presente desde el nacimiento y que afecta el funcionamiento normal del esfínter anal.

Cuándo consultar al médico

Ve a tu centro de atención médico si los síntomas se presentan con mucha frecuencia, son graves o están afectando tu salud física y emocional. Cuanto antes te evalúen, podrás iniciar tu tratamiento y menguar o desaparecer la incontinencia fecal.

¿Cómo prevenir la incontinencia fecal?

La prevención de la incontinencia fecal es posible en muchos casos mediante hábitos saludables y cuidados específicos. Mantener una dieta equilibrada rica en fibra, practicar ejercicios para fortalecer el piso pélvico y evitar el esfuerzo excesivo al defecar son medidas clave para proteger el sistema digestivo.

Mantente activo, controla la diabetes, y acude al médico ante cualquier síntoma sospechoso puede ayudar a reducir significativamente el riesgo de desarrollar incontinencia fecal.