La salud de la próstata es un tema crucial para los hombres, especialmente a medida que envejecen. Incorporar ejercicios específicos en la rutina diaria puede fortalecer esta glándula, mejorar su función y prevenir problemas comunes como el agrandamiento prostático, la prostatitis e incluso la incontinencia urinaria. En este artículo, exploraremos diversas opciones de ejercicios para fortalecer la próstata y tener una mejor calidad de vida.
Los ejercicios de Kegel son técnicas simples y efectivas que fortalecen los músculos del suelo pélvico, responsables de sostener la vejiga, los intestinos y la próstata. Estos ejercicios pueden ayudar a mejorar la salud urinaria y prostática, evitando escapes de orina y otras condiciones médicas.
Antes de comenzar a practicar los ejercicios de Kegel, es fundamental que conozcas cómo identificar los músculos correctos para lograr una buena técnica. Una manera fácil de hacerlo es intentar detener el flujo de orina a la mitad. Los músculos que utilizas para esta acción son los músculos del suelo pélvico. Otro método es imaginar que estás evitando expulsar gases. Si sientes una contracción en la región del suelo pélvico, has encontrado los músculos adecuados.
Evita hacer estos ejercicios cuando estás en el baño para no cortar el flujo de la orina.
Una vez identifiques los músculos, sigue estos pasos para realizar los ejercicios de Kegel:
Con el tiempo, aumenta gradualmente la duración de las contracciones hasta alcanzar los 10 segundos.
El yoga también puede ser una herramienta poderosa para mantener la salud prostática. Algunas posturas específicas ayudan a mejorar la circulación sanguínea en la región pélvica y reducir la inflamación.
Postura del puente (Setu Bandhasana): acuéstate boca arriba con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo. Mantén los brazos a los lados del cuerpo con las palmas hacia abajo. Eleva lentamente las caderas hacia el techo mientras aprietas los glúteos y los músculos del suelo pélvico. Mantén la posición durante 10-15 segundos y luego baja lentamente. Repite de 5 a 10 veces.
Postura del águila (Garudasana): de pie, dobla ligeramente las rodillas y cruza una pierna sobre la otra, intentando envolver el pie alrededor de la pantorrilla opuesta. Junta los brazos frente al pecho y entrelaza los antebrazos, alineando las palmas. Mantén el equilibrio durante 20-30 segundos y cambia de lado. Esta postura mejora la circulación en la región pélvica.
Postura del niño (Balasana): arrodíllate en el suelo, siéntate sobre los talones y estira los brazos hacia adelante mientras bajas el torso hacia el suelo. Descansa la frente en la colchoneta y respira profundamente. Mantén esta posición durante 30-60 segundos para aliviar la tensión y reducir el estrés.
Incluir estas posturas en tu rutina diaria puede ofrecer beneficios notables para tu bienestar.
El ejercicio aeróbico es fundamental para la salud cardiovascular y metabólica, lo que también impacta positivamente en la salud de la próstata. Algunas opciones efectivas y que no tienen tanto impacto son:
Estas actividades mejoran la circulación sanguínea y reducen el riesgo de enfermedades relacionadas con la próstata.
Los ejercicios cardiovasculares, como correr o practicar deportes como el baile, el aquagym o hidroaeróbicos ayuda a mantener un peso saludable, reducir la inflamación y mejorar la salud general, ten en cuenta pedir la guía de un entrenador, en caso de que no puedas realizar ejercicios de alto impacto. Además, al reducir los niveles de grasa corporal, disminuyen los niveles de estrógeno en el cuerpo masculino, lo que puede ser beneficioso para prevenir problemas prostáticos.
Entrenar con pesas o realizar ejercicios de resistencia también es beneficioso para la salud de la próstata. El entrenamiento de fuerza no solo mejora la masa muscular y la densidad ósea, sino que también ayuda a regular las hormonas. Ejercicios como las sentadillas y los levantamientos de peso muerto son ideales para trabajar los músculos del suelo pélvico y la región central del cuerpo, conocida como core.
El agrandamiento prostático, también conocido como hiperplasia prostática benigna (HPB), es un problema común en hombres mayores. Los ejercicios que promueven la relajación y el flujo sanguíneo pueden ser útiles para aliviar los síntomas. Además de los ejercicios de Kegel y las posturas de yoga mencionadas anteriormente en este artículo, considera también practicar ejercicios de respiración profunda para reducir el estrés y estiramientos suaves para aliviar la tensión en la región pélvica.
En TENA, entendemos la importancia de cuidar la salud prostática y de promover un estilo de vida activo y saludable. Incorporar ejercicios específicos como los descritos aquí puede marcar la diferencia en tu bienestar diario, ayudándote a fortalecer la próstata y prevenir problemas comunes. Además, estamos comprometidos a ofrecer soluciones que apoyen tu calidad de vida en cada etapa. Consulta siempre a un profesional de la salud antes de iniciar nuevas rutinas y confía en TENA para acompañarte en el cuidado de tu bienestar.