La falta de sueño puede traernos grandes consecuencias en nuestra salud.
Es importante dormir entre seis a ocho horas, en una
posición
y condiciones que nos permitan tener un descanso reparador como
practicar ejercicios de relajación, tener una almohada cómoda y evitar
ciertas comidas y bebidas antes de irte a la cama. Te compartimos
algunos tips para lograrlo, ¡dulces sueños!
¿Qué es la higiene del sueño?
La higiene del sueño se refiere al conjunto de hábitos y prácticas que
ayudan a mejorar la calidad del descanso nocturno. Mantener una buena
higiene del sueño implica seguir una rutina regular para acostarse y
levantarse, crear un ambiente adecuado para dormir y evitar
estimulantes como la cafeína o el uso de pantallas antes de dormir.
Profundizaremos más en cada una de ellas.
8 consejos para dormir mejor
1. Tener un horario regular
El cuerpo es un sistema que se acostumbra de manera muy rápida a
mantener ritmos, de forma que se anticipa a los sucesos si lo educamos a
que estos ocurran siempre a las mismas horas. Es lo que conocemos como
ritmos circadianos. Por eso, irte a la cama en el mismo horario todos
los días puede ayudarte a descansar mejor.
2. Cena Ligera
3. No realizar actividades mentales antes de acostarnos
Si realizamos actividades mentalmente exigentes o nos llevamos, por
ejemplo, trabajo o la computadora a la cama, esto dificultará que el
lóbulo frontal, donde reside la
actividad racional,
esté más estimulado dificultando que conciliemos el sueño.
4. Respirar y sentir el cuerpo
Podemos hacer algún
ejercicio de relajación
antes de acostarnos o sencillamente enfocar toda nuestra atención a las
sensaciones corporales y a la respiración suave y tranquila. Esto nos
ayudará a relajarnos y a separarnos de todo tipo de ideas y pensamientos
a la hora de irse a dormir.
5. Darse un buen baño caliente antes de acostarse
El agua y más aún si está caliente tiene un poderoso efecto dilatador y
relajante sobre nuestro organismo poniéndolo en perfecta disposición
para el descanso.
6. Evitar energizantes
El café, té o refrescos hacen que nuestro sistema nervioso esté más
activado y alterado, dificultando la relajación necesaria para descansar
adecuadamente.
7. Hacer ejercicio físico regular
El
ejercicio físico
tiene múltiples beneficios para el descanso y el sueño, ya que estimula
la secreción de endorfinas y otras sustancias que generan una sensación
de
bienestar físico
y emocional adecuada para el descanso.
Lo que no es recomendable es que el ejercicio físico se realice en las
horas cercanas a la noche puesto que genera una activación que tardará
unas horas en disminuir y apagarse, de forma que si realizamos el
ejercicio físico cerca de la hora de acostarnos lo haremos excesivamente
estimulados.
8. Disponer de las mejores condiciones
Un buen colchón, una almohada cómoda, pijama y ropa de cama
transpirables contribuirán a generar condiciones favorables al descanso
y a hacer que dormir sea más placentero.