Tus visitas al baño pueden decirte mucho más de lo que crees. El color, la claridad y la textura de la orina son señales que tu cuerpo te envía. Aquí vas a aprender qué significan los diferentes colores de la orina, cuándo preocuparte y qué hacer para mantener tu salud urinaria.
Cuando la orina tiene un color entre amarillo pálido y ámbar claro es normal y no indica problemas sobre tu salud, por el contrario esa es la señal de que estás bien hidratado.
Sin embargo, si el color o la consistencia y el olor cambian, podría haber algo más que solo “no haber bebido suficiente agua”. Ten en cuenta que factores como alimentos, medicamentos, suplementos o enfermedades pueden modificar el color.
Revisemos color por color, para que te sea más sencillo saber qué puede estar pasando.
Si ves que tu orina tiene un tono naranja, estas son algunas de las posibilidades:
¿Qué hacer?: Bebe más agua, observa si el tono mejora en uno o dos días; si no mejora, o viene acompañado de otros síntomas (como color de piel amarillento, orina muy oscura, dolor), visita a un médico.
Cuando la orina adopta tonos de café o “té”, hay que prestar más atención:
¿Qué hacer?: Si viste esto solo una vez y bebiste poco
Este es un color menos común, pero puedes encontrarte con él:
¿Qué hacer?: Revisa si tomaste algo nuevo (medicación, suplemento) o comiste algo con colorantes fuertes. Si no es así y el tinte persiste, consulta con el médico.
Este color siempre llama la atención, y con razón. Puede deberse a alimentos como remolacha, frambuesas, ruibarbo, pero también puede indicar la presencia de sangre en la orina (hematuria), lo que puede derivar de infección urinaria, cálculos renales, trauma, o incluso tumores.
¿Qué hacer?: No lo ignores. Si ves ese color sin razón aparente o acompañado de dolor, visita al médico para que revise.
Cuando la orina no es clara sino opaca o turbia puede deberse a infecciones del tracto urinario (UTI): bacterias, glóbulos blancos, moco. También puede ser signo de cristales, grasa o problemas renales.
Si además huele mal, pica o tienes fiebre, es probable que haya alguna infección.
¿Qué hacer?: Acude al médico, idealmente lleva una muestra de orina, para que hagan un análisis.
La espuma excesiva puede indicar presencia de proteína en la orina (proteinuria), que es signo de que los riñones quizá no están filtrando bien. También puede suceder si orinas muy rápido, pero si la espuma persiste, merece atención.
¿Qué hacer?:
Si ves espuma recurrente y sobre todo junto con hinchazón
de piernas o pies y fatiga busca un urólogo o nefrólogo.
Algunos signos más claros de que el color de tu orina no es circunstancial, sino que necesita evaluación son:
Cuando estos signos aparecen, considerar que la orina no es solo una señal de “hoy bebí poco agua”, sino de algo potencialmente más serio.
Si el color anormal se mantiene por más de 48 horas sin explicación clara, está acompaña con dolor al orinar, fiebre, escalofríos, dolor en la zona lumbar, hinchazón de piernas o pies, aparece sangre visible o la orina está como “té muy cargado” sin que hayas comido algo que explique el tinte.
Además si ves espuma persistente o tienes antecedentes de problemas en riñones, hígado o tienes diabetes.
Ten en cuenta al visitar al médico llevar una muestra de orina (si puedes recogerla antes) y anotar desde cuándo cambió el color, qué habías comido o medicación que tomaste. Esto ayuda al doctor a descartar causas dentro de lo sencillo (medicamentos, alimentos) antes de lo serio.
Tu orina es un “termómetro” silencioso de tu salud. La meta: que sea de color amarillo pálido y clara. Cualquier cambio no drástico puede solo ser temporal (por vitaminas, alimentos, poca agua). Pero si ves colores raros o cambios en textura que persisten, no lo ignores.