4 de Abril de 2025

Hiporexia: ¿qué es y cómo tratarla?

La hiporexia es una condición que afecta principalmente a adultos mayores y se caracteriza por una pérdida parcial o total del apetito. Este problema puede tener consecuencias en la salud, especialmente en personas de edad avanzada, ya que una nutrición adecuada es clave para mantener una buena calidad de vida. En este artículo, explicaremos en detalle qué es la hiporexia, sus causas, cómo identificarla y las mejores estrategias para tratarla.

¿Qué es la hiporexia en adultos mayores?

La hiporexia es la disminución del deseo de comer, lo que lleva a una menor ingesta de alimentos. Aunque cualquier persona puede experimentarla, es más frecuente en adultos mayores debido a los cambios fisiológicos y psicológicos que ocurren con el envejecimiento. Esta condición no solo impacta el peso corporal, sino que también puede derivar en desnutrición, debilidad y una mayor susceptibilidad a otras enfermedades.

Diferencia entre anorexia e hiporexia

Aunque a menudo se confunden, la hiporexia y la anorexia son condiciones distintas, las principales características de cada una son:

  • Hiporexia: se refiere a la pérdida parcial o total del apetito, generalmente relacionada con el envejecimiento, enfermedades crónicas o problemas psicológicos.
  • Anorexia: es un trastorno alimenticio más complejo, en el que existe una restricción voluntaria de la ingesta de alimentos por motivos relacionados con la imagen corporal y un miedo extremo a ganar peso.

En los adultos mayores, la hiporexia no suele estar relacionada con un trastorno de la imagen corporal, sino con causas físicas o emocionales vinculadas al proceso de envejecimiento.

¿Cuáles son las causas de la hiporexia?

La hiporexia en adultos mayores puede tener diversas causas, que se pueden dividir principalmente en psicológicas y fisiológicas.

Causas psicológicas de la hiporexia

  • Depresión: los adultos mayores son más propensos a la depresión debido a factores como la pérdida de seres queridos, aislamiento social y disminución de actividades.
  • Estrés y ansiedad: situaciones de estrés o ansiedad también pueden reducir el apetito.
  • Soledad: la falta de compañía al momento de las comidas puede desmotivar a los adultos mayores a alimentarse adecuadamente.

Causas fisiológicas de la hiporexia

  • Enfermedades crónicas: patologías como la diabetes, cáncer, enfermedades cardíacas y respiratorias pueden causar pérdida de apetito.
  • Problemas bucodentales: dolor en los dientes o encías y dificultades para masticar pueden desincentivar la ingesta de alimentos.
  • Medicamentos: algunos medicamentos tienen efectos secundarios como la pérdida del gusto o del olfato, lo que afecta el deseo de comer.
  • Cambios en el metabolismo: el envejecimiento produce cambios en el metabolismo que pueden reducir el apetito.

¿Cómo saber si mi familiar o yo tenemos hiporexia?

Identificar la hiporexia en adultos mayores es clave para tomar acción a tiempo. Algunos síntomas a los que debes prestar atención incluyen:

  • Pérdida notable de peso sin una causa aparente.
  • Menor interés por la comida o rechazo a los alimentos.
  • Debilidad y fatiga constantes.
  • Dificultad para terminar las comidas habituales.
  • Cambios en el estado de ánimo, como tristeza o desinterés.

Si notas estos signos en ti o en un familiar cercano, es importante consultar con un profesional de la salud para un diagnóstico adecuado.

Efectos de la pérdida de apetito en los adultos mayores

La hiporexia no tratada puede tener consecuencias graves, como:

  • Desnutrición: la falta de nutrientes afecta el funcionamiento general del cuerpo.
  • Debilitamiento del sistema inmunológico: aumenta el riesgo de infecciones y enfermedades.
  • Pérdida de masa muscular: lo que reduce la fuerza y la movilidad.
  • Riesgo de caídas y fracturas: asociado a la debilidad física.
  • Deterioro cognitivo: la falta de nutrientes también puede impactar la función cerebral.

¿Cómo tratar la hiporexia?

El tratamiento de la hiporexia debe ser integral y considerar tanto las causas psicológicas como fisiológicas. A continuación, te damos algunas estrategias prácticas para abordar esta condición:

Adapta tu dieta

Opta por una alimentación balanceada que incluya alimentos ricos en nutrientes, como:

  • Proteínas: Pescado, pollo, huevos y legumbres.
  • Carbohidratos saludables: Frutas, verduras y cereales integrales.
  • Grasas saludables: Aguacate, frutos secos y aceite de oliva.

Además, es importante que los alimentos sean fáciles de masticar y digerir, especialmente si existen problemas bucodentales.

Ingiere comida más veces al día

En lugar de tres comidas abundantes, divide la alimentación en cinco o seis porciones pequeñas al día. Esto ayuda a que el estómago no se sature y sea más sencillo mantener un aporte calórico adecuado.

Algunos ejemplos de snacks saludables incluyen:

  • Yogur natural con frutas.
  • Batidos de proteína con avena.
  • Nueces o semillas.

Prepara comida que te resulte atractiva

La presentación de los alimentos es clave para estimular el apetito. Opta por platos coloridos y variados que combinen diferentes texturas y sabores. Además, asegúrate de que los olores sean agradables, ya que el olfato juega un rol importante en el deseo de comer. Algunas ideas para mejorar la presentación de las comidas incluyen decorar los platos con verduras frescas o rodajas de frutas, preparar comidas con salsas suaves que mejoren el sabor y servir porciones pequeñas y atractivas.

El acompañamiento es lo más importante

La hiporexia es un problema común en adultos mayores que requiere atención y cuidado para evitar sus efectos negativos. En TENA, entendemos la importancia de brindar soluciones y apoyo para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores y sus cuidadores. Nuestros productos están diseñados para ofrecer bienestar y comodidad en cada etapa del envejecimiento, facilitando el cuidado diario y promoviendo hábitos saludables.

Si tú o un ser querido están enfrentando la pérdida de apetito, recuerda que la nutrición adecuada y la atención oportuna son clave.