Durante años se nos enseñó que ser fuerte era aguantar. Pero hoy, los hombres están aprendiendo que la verdadera fortaleza está en cuidar de sí mismos.
Desde pequeños, muchos hombres crecieron escuchando frases como “no llores”, “aguantate” o “los hombres no se quejan”.Y sin darse cuenta, fueron aprendiendo que mostrar emociones, pedir ayuda o hablar de su salud, era un signo de debilidad. El resultado de esa idea es silencioso, pero real: más hombres enfrentan solos los problemas que los afectan, ya sea emocionales o físicos. Y en temas de salud, esa “fortaleza mal entendida” puede tener consecuencias graves. De hecho, los hombres visitan menos al médico, hablan poco de lo que sienten y muchas veces dejan pasar señales importantes de su cuerpo
En Costa Rica, el 80% de las muertes por suicidio corresponde a hombres.Y aunque hablar de salud mental todavía cuesta, hacerlo puede salvar vidas. Movember (un movimiento mundial dedicado a visibilizar la salud masculina) busca justamente eso: que los hombres hablen, se informen y actúen a tiempo. Y así como la salud mental importa, también lo hace el cuerpo. Temas como la incontinencia masculina o el cáncer de próstata son parte de esa conversación pendiente. Son realidades que muchos prefieren callar, por miedo, vergüenza o por no sentirse “lo suficientemente fuertes”. Pero ser fuerte no es ocultar lo que te pasa. Ser fuerte es hablarlo, atenderlo y cuidarte para seguir viviendo plenamente.
Cuidar de tu salud no te hace menos hombre. Te hace más consciente, más presente, más capaz de disfrutar la vida y acompañar a quienes se quiere. Este mes, tomá acción. Porque la verdadera fortaleza no está en aguantarlo todo, sino en empezar a cuidarte.