Las caídas son uno de los problemas de salud más frecuentes en las personas mayores, debido al desgaste de los huesos, estas pueden provocar fracturas o pérdida de la autonomía. Por eso, es importante conocer por qué ocurren, qué factores aumentan su riesgo y qué medidas tomar para proteger a tu familiar o a ti mismo.
Las causas de las caídas en adultos mayores pueden ser relacionadas con la salud o condiciones de base de la persona o relacionadas con el entorno.
Entre las primeras están la pérdida de fuerza y equilibrio por la edad, problemas de visión o audición, efectos secundarios de medicamentos u otras enfermedades como el Parkinson, la diabetes y la presión arterial baja.
Las relacionadas con el entorno pueden ser: pisos resbalosos, cables sueltos, alfombras sin anclar y escaleras o espacios mal iluminados.
Algunas situaciones incrementan mucho la probabilidad de caerse: como por ejemplo la edad avanzada, fragilidad, tomar varios medicamentos, déficits sensoriales, inactividad física y problemas cognitivos o del ánimo. Ten en cuenta revisarlos para tomar medidas preventivas y cuidar de ti o de tu paciente.
Para prevenir las caídas en adultos mayores, te aconsejamos poner en práctica los siguientes pasos:
Muchas caídas ocurren porque la persona mayor comienza a moverse con inseguridad, dar pasos muy cortos o tener una postura encorvada por miedo a caerse, lo que paradójicamente aumenta el riesgo. Fomentar una marcha más estable, consciente y acompañada cuando sea necesario ayuda a recuperar seguridad.
Recuerda realizar pausas si cambias de posición, por ejemplo, sentarse unos segundos al levantarse de la cama antes de comenzar a caminar para evitar mareos por presión baja.
Otro aspecto fundamental es mantener una buena hidratación y alimentación, ya que la deshidratación puede causar debilidad, confusión y sensación de inestabilidad, mientras que una dieta pobre en proteínas y vitamina D contribuye a la pérdida de masa muscular y huesos más frágiles.
Profundicemos un poco más en cómo organizar la casa pensando en la seguridad de las personas mayores. Te contamos algunos de los tips prácticos que puedes tener en cuenta:
El calzado del adulto mayor quedar bien ajustado, tener suela antideslizante y tacón bajo, en caso de usarse. Evita chanclas, calcetines sin agarre y zapatos muy gastados para tener mejor estabilidad y equilibrio.
Mantén el camino entre la cama y el baño despejado, usa una alfombra antideslizante en la bañera o ducha, y coloca una luz de cabecera que puedas encender sin levantarte.
Instala pasamanos a ambos lados si es posible, y asegúrate de que los escalones estén en buen estado, con contraste visual en el borde y buena iluminación. Evita subir con objetos en brazos.
A medida que envejecemos necesitamos más luz para ver bien. Cambia las bombillas si es necesario, usa luces con sensor en pasillos , especialmente si te levantes mucho a orinar en la noche y añade iluminación puntual en zonas de riesgo como el baño, la cocina y las escaleras.
Los ejercicios que combinan fuerza y equilibrio son los más efectivos para reducir caídas. Puede investigar sobre el Otago Exercise Programme: son ejercicios de fuerza y equilibrio que puedes realizar desde casa y han demostrado mejorar la estabilidad y disminuir el riesgo de caídas cuando se hacen con regularidad. También hay actividades como el tai chi, entrenamiento de resistencia ligero y ejercicios de marcha y cambios de dirección son muy útiles.
Si la persona puede moverse y no hay señales de lesión grave, ayúdala a incorporarse lentamente: primero sentada, luego apoyando los pies y usando una silla para ponerse de pie.
Luego, revisa cuál fue la causa de la caída, si fue un resbalón, vértigo, medicación o mareo, así podrás tomar medidas para evitar que vuelva a ocurrir