10 De julio De 2019

Alzheimer, un tema que debes conocer

Imagem da Notícia
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurológica muy común entre las personas mayores. Las causas exactas aún no se entienden por completo, pero en su esencia son problemas con las proteínas cerebrales que dejan de funcionar normalmente. 
A continuación te contamos más sobre esta enfermedad y cómo prevenirla:

Factores de riesgo:

Edad: es el principal factor de riesgo, la mayoría de las personas de más de 60 años y más de un tercio de la población de más de 80 años presentan Alzheimer.

Antecedentes familiares: Hay dos genes importantes, genes de riesgo y genes determinantes, el primero indica una probabilidad de presentar la enfermedad y el segundo provoca directamente que se desarrolle.

Traumatismos craneales: Los golpes en el cerebro, las fisuras craneales y los hematomas mal tratados pueden incrementar el factor de riesgo de presentar esta enfermedad ya que provocan pérdidas o muertes neuronales.

Síntomas:

La pérdida de la memoria es un síntoma clave de la enfermedad. Es común que comience con la dificultad para recordar eventos o conversaciones recientes.?
Los cambios cerebrales que se producen en la enfermedad de Alzheimer pueden afectar el estado de ánimo y el comportamiento.?
Disminuirá la capacidad para llegar a decisiones y opiniones razonables en situaciones cotidianas. Por ejemplo, la persona puede tomar malas decisiones o tener actitudes impropias en interacciones sociales, o usar ropa inadecuada para el clima.?
Las actividades que, en algún momento, fueron parte de la rutina y que requerían el seguimiento de pasos secuenciales, como planear y elaborar una comida o jugar un juego favorito, se transforman en una dificultad. Con el tiempo, las personas con la enfermedad de Alzheimer avanzada pueden olvidarse de cómo realizar tareas básicas, como vestirse y bañarse.?
La enfermedad de Alzheimer también dificulta la concentración y el pensamiento, en especial con conceptos abstractos tales como los números.?

Prevención:

Sabemos que lo que es bueno para el corazón, también lo es para el cerebro. Por eso recomendamos:

  • Control de los Factores de Riesgo Vascular: Mantén dentro de los límites normales la glucemia, las cifras de colesterol y la tensión arterial. Dos medidas tan sencillas como el abandono del tabaco y realizar ejercicio físico de manera habitual, supondrían un importante impacto en la prevención del Alzheimer. 
  • Nutrición: Evitar alimentos ricos en grasas saturadas y ácidos grasos omega-6. Las principales fuentes de ácidos grasos saturados son la mantequilla, las carnes rojas, los embutidos, etc, y están directamente relacionadas con el aumento de colesterol. Los omega-6 son beneficiosos en cantidades adecuadas, pero muy perjudiciales en exceso. La adquisición de unos hábitos de vida saludables constituyen un gran avance en la prevención de esta enfermedad. Es fundamental establecer un programa dietético adaptado a tus necesidades, mantener un peso saludable y tener hábitos alimenticios correctos.
  • Vida intelectual activa: Es fundamental realizar actividades que estimulen la memoria, el aprendizaje, el lenguaje, la atención, operaciones aritméticas, leer, relacionarse con otras personas, juegos intelectuales, el manejo de otros idiomas, etc. 
  • Realiza actividad física y mantente socialmente activo, lo cual incluye realizar ejercicio aeróbico o yoga.

Gracias a estas medidas se logrará el mantenimiento de las capacidades cognitivas durante más tiempo, que la pérdida de la memoria sea más lenta, que el mayor se mantenga en un mejor estado general (tanto físico como cognitivo), etc, con la consiguiente mejora en su calidad de vida y en el estado de bienestar del propio mayor y de sus familiares.

Alzheimer e Incontinencia:

Dentro de las consecuencias que se presentan por Alzheimer en una fase avanzada, se encuentra el deterioro del sistema nervioso central (controla el movimiento y los pulsos eléctricos del cerebro) y autónomo (controla los esfínteres y la autonomía de control del cuerpo) por lo cual una persona con Alzheimer pierde la capacidad de poder controlar sus esfínteres.

Al dañarse el sistema nervioso central que manda las señales al sistema nervioso autónomo, el paciente ya no es capaz de saber en qué momento tendrá la necesidad de orinar, razón por la cual ocurrirá la descarga involuntaria (Incontinencia por rebosamiento).

Te recomendamos usar un producto con el suficiente nivel de absorción para evitar accidentes que incomoden a la persona que padezca la enfermedad. Descubre el portafolio diseñado para cada necesidad que TENA® tiene aquí